Foto: Carlos Cortés
Un plantel de invitados de lujo (muchos de ellos amigos, por suerte o por desgracia… para ellos), un premiado al que todos queríamos homenajear, un organizador de lujo y una ubicación extraordinaria.
La noche prometía y lo cierto es que, haciendo balance en el día después, se cumplieron todas las expectativas. Hablamos, claro, de la celebración anoche de la cena de gala para entregarle el Chef of the Year 2016 a Paco Morales (Noor, Córdoba) por parte de la revista ‘Tapas Magazine’, editada por SpainMedia.
Se trataba de la primera edición de un premio que, según nos contaron más tarde, nace con la vocación de apostar por el mejor talento internacional y que, sin que sirva de precedente, consiguió en su elección inicial congregar los aplausos unánimes de todos los asistentes. Y no solo en las mesas situadas en los magníficos salones de Casa América donde se celebró la cena de gala, sino, aún más importante, en esos corrillos y grupitos improvisados anteriormente en su terraza –cerveza o cóctel en mano y con el inmejorable fondo del Palacio de Linares– donde realmente se pegó un interesante y completo repaso al estado de la gastronomía española. Repaso que, por desgracia, debemos mantener bajo secreto de sumario por aquello del ‘off the record’.
Y es que la lista de asistentes al evento impresionaba: Andoni Luis Aduriz (encargado de darle el premio a su antiguo pupilo y que nos regaló un brillante discurso), Diego Guerrero, Javier Estévez, Rodrigo de la Calle, Paco Roncero, Sacha Hormaechea… Pero no solo había por allí cocineros, ni mucho menos, ya que también nos cruzamos con sumilleres, directivos, empresarios, artistas o periodistas, todos ellos dispuestos a aplaudir a rabiar a un Paco Morales genuinamente emocionado y que, por si fuera poco, tuvo el bonito detalle de dedicárselo a su mujer, “la verdadera responsable de mantenernos a todos unidos y en marcha”. Una frase que nos repitió al finalizar la cena cuando, ya algo cansado, abandonaba los jardines de Casa América con su premio en una mano… y la de su mujer en la otra. Una bonita estampa que puso el broche de oro a una gran velada.
