Hemos estado en Italia, en Francia, en India y en toda España. Pero en esta nueva entrega, no podíamos limitarnos a un único país. Hoy venimos a hablar de comida difícil, extraña, exótica. Ese tipo de plato que sirve para comprobar el valor de tu pareja en vuestra luna de miel. La clase de alimento que allí es lo más normal del mundo y aquí parte de tus pesadillas. Un breve resumen de lo más dispar que comemos alrededor del mundo.
Cui: puede que no sea muy diferente a comerse un conejo, pero alimentarse de este animal impacta por lo mono que es antes de ser cocinado. Es un conejillo de indias que se consume de manera habitual en algunos países de Latinoamérica como Perú o Bolivia. Se consumen 65 millones al año, asados o fritos.
Sannajki: se trata literalmente de un pulpo vivo, que en corea del sur se mete entero en la boca y es muy apreciado por sus supuestos efectos vigorizantes. Por supuesto, el riesgo está en que al pulpo le apetezca pasearse y te asfixie.
Un fenómeno similar es el del dancing squid de Japón: se sirve un calamar al que se moja en abundante salsa de soja. La sal de la salsa reactiva las células de sus músculos, todavía vivas. Atentos al resultado:
https://www.youtube.com/watch?v=JGPfSSUlReM
Percebes: sin duda un manjar, pero admitamos que su aspecto no es el más amable del reino animal. Sin ir más lejos, la conversación que más despierta este marisco gira en torno a su pene y a su forma de procrear. Su órgano reproductor es una y media veces mayor que su cuerpo: si fuese un humano de 1’80 metros de altura, mediría 2,70 metros. Son hermafroditas, con lo que también cuentan con un aparato reproductor femenino.
Morcilla: sí. También. Estamos acostumbrados a este manjar, que también se consume en Francia o Bélgica y es imprescindible para el cocido. Pero sigue siendo sangre de cerdo embutida en sus tripas. En Burgos alcanza su máxima expresión.
Pez globo: debido a su torpe estilo de natación, la selección natural hizo que el pez globo desarrollase su particular sistema de defensa ante depredadores. Cuenta con un estómago extremadamente elástico que ensancha al tragar agua o aire, convirtiéndose en una increíble y amenazadora pelota.
Casi todos los peces globo contienen tetrodo toxina, la sustancia venenosa que les ha dado su fama de plato peligroso. Únicamente chefs especializados y con licencia pueden prepararlo, evitando así el riesgo para el comensal.
Patas de pollo: ya las mencionamos en el artículo sobre Dim Sum, pero merecen que se vuelvan a mencionar aquí. Consumidas en países como México, Perú o Malasia, es extraño su sabor y más su textura: casi todo es cartílago y no abunda en carne.
Spam: no todas las locuras gastronómicas están en países exóticos. Esta carne en lata de aspecto poco apetecible (no dejen de visitar su web y comprar merchandising de la misma) servía a los soldados en la Segunda Guerra Mundial y hoy en día se produce en 43 países, sobre todo en Estados Unidos y Reino Unido. Fue allí donde los Monty Python crearon su maravilloso sketch empleando este alimento. Que, además, por su contenido sin personalidad, daría nombre a los anuncios no deseados de internet.
Pene de toro: nada que ver con el rabo de toro típico de nuestro país, aunque la broma se preste a ello. Importante saber cocinarlo, en China y en Bolivia se consume de manera habitual y se dice que tiene efecto vigorizante. También es un ingrediente común en las latas de comida para perros.
Vino de animales: existen comidas extravagantes, pero también bebidas. En Asia es habitual macerar vino y licores con todo tipo de animales, desde serpientes (cuyo veneno se incluye en el brebaje, pasando a ser inofensivo en su contacto con el alcohol) hasta ratones (en edad temprana, todavía sin pelo, habitualmente usados como tónico medicinal y no como licor puro y duro).
Balut: son huevos fertilizados con el embrión a punto de romper. De origen chino pero comunes en Filipinas, deben tomarse calientes y recién cocidos. Se puede acompañar de un avinagrado conjunto de verdurillas y sal para hacer su ingesta más apetecible. Los patos en el interior no pueden tener mucho más de 17 días, pues a los 22 han desarrollado plumas y huesos.
La semana que viene intentaremos traer algo de aspecto más apetecible pero igualmente divertido. ¡Nos vemos!
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