Ámsterdam es la ciudad de los canales, pero también de las bicicletas -un 58% de los residentes utilizan la suya a diario y llegan a alcanzar los 24km/h a los pedales-, de los tulipanes, de los barcos vivienda (2.400 en total) y de los museos. Para descubrir a fondo la capital de los Países Bajos hacen falta días, eso está claro, pero en un fin de semana también es posible empaparse de su alegría.
48 horas en Ámsterdam
Viernes
Has llegado a tiempo para darte un paseo por el centro y abrir el apetito antes de cenar en:
Rijsel
Aquí encontrarás 60 metros cuadrados de intimidad y aura francesa. La influencia gala marca el estilo de la propuesta gastronómica, en un intercambio con la del antiguo Flandes. La carta es tremendamente temporal y cambiante, pero lo que nunca falta es una deliciosa carne asada y buen pan.

Jansz
Pura elegancia y refinamiento, de eso trata Jansz. Adjetivos que hacen referencia tanto a la decoración como a los delicados platos que aquí se elaboran. Todas son recetas en las que predominan los productos refrescantes, sabrosos y las combinaciones ganadoras. El lugar perfecto para una velada íntima a la luz de las velas.

Ahora, con el estómago lleno y satisfecho, es momento de recorrer el foso Keizer hasta los templos de la mixología holandesa donde sentir que la noche es eterna:
Vesper Bar
En este local de carácter íntimo se hace una coctelería ingeniosa con nombres tan llamativos como Shimmy Shichimi o Ricky’s Tricky Manhattan. También es posible asistir a un workshop de máximo ocho personas en el que practicar y saber lo que se siente tras la barra.

HPS
La creatividad es algo que se toman muy en serio y son hasta 20 los cócteles de creación propia que tienen en la carta, cuya presentación es algo a destacar. Un lugar de auténtica fantasía.

Tales & Spirits
Uno de los favoritos de locales y visitantes, donde se puede beber pero también comer. A la hora de decidir, ¿eres más de ‘Bartender’s Ketchup’ (a base de Fernet Branca y vermú) o de ‘No Siesta No Fiesta’ (elaborado con ron y Amandine)?.

Sábado
Un maravilloso día por delante para conocer todos esos lugares que tienes apuntados en tu libreta de viajes, 15 horas libres para disfrutar, sin prisas y con mucha calma. Darle fuel al cuerpo se torna imprescindible y qué mejor forma de hacerlo que tomando un buen desayuno en:
Toki
Es el paraíso de los amantes del buen café sin ninguna duda. Trabajan únicamente con Bonanza Coffee Roasters, con base en Berlín, cafés de Tanzania o Rwanda. Pero si en Toki el café es espectacular, los platos que tienen en carta no se quedan atrás: ‘Toki Toast’ con raíz de sandía y Nagami Togarashi, porridge, huevos con pan de masa madre o los imprescindibles cronuts.

A media mañana, entre visita al Parque Volden y al Parque Rembrandt y con los pulmones inflados de naturaleza y aire puro, te recomendamos pasar por el Foodhallen, un mercado de interior donde encontrar todo tipo de productos locales e internacionales. Se ha inspirado en otros mercados europeos como el Torvehallerne de Copenhage, el Mercado de San Miguel de Madrid, o el Borough Market de Londres. Stands de cocina callejera de los más variados (dim-sum, hot dogs, marisco fresco, tacos, vietnamita o baos), además de un puesto de vinos y Gin&Tonics y un bar de cervezas, componen el mercado.

El gusanillo del hambre pica y te avisa de que quizá sea una buena idea parar. Optar por una comida informal no significa comer peor, y en estos lugares se demuestra:
La Perla
Situado en el que es el ‘Little Italy’ de la ciudad, el barrio Jordaan, La Perla es al lugar al que acudir si lo que se quiere es tomar una auténtica cocina italiana hecha con una materia prima de asombrosa calidad, importada mucha de ella, directamente de Italia. Muy recomendables sus pizzas cocinadas en su precioso horno de leña.

Cannibale Royale
Una brasserie en la que los amantes de la carne encontrarán su paraíso. Charcutería, sandwiches de pulled pork, de pastrami, tartar, hamburguesa y unas impresionantes costillas glaseadas. Todos ellos platos perfectos para ser acompañados de una de las numerosas cervezas ‘exóticas’ de su carta.

Este último restaurante está situado entre varios museos (Rembrandt, Allard Pierson, de Hendrikje…), lo que puede ser la excusa perfecta para darte a la cultura durante la primera hora de la tarde. Pero si prefieres no alejarte demasiado de la comida te recomendamos una visita a una de las mejores tiendas de queso de la ciudad, Abraham Kef, donde poder comprar todo tipo de quesos locales y volver a casa con las manos llenas. Además, en Abraham Kef también venden charcutería y pan.

La última noche merece una despedida por todo lo alto, ¿nuestra apuesta?
Goldfinch
Situado en el el Hilton Waldorf Astoria, en Goldfinch prueban a traer a una era contemporánea la cocina tradicional holandesa. Ya sea en su agradable jardín privado o en su luminoso comedor, es posible disfrutar de la propuesta delicada de los chefs Sidney Schutte y Tomas Bron.

Domingo
Amsterdam te ha dejado con los pies más en el cielo que en la tierra. Han sido casi 48 horas durante las que has podido descubrir algunos de los lugares más inspiradores que la ciudad ofrece y durante las que el saber hacer holandés te ha embaucado. Es momento de volver, pero antes de decir adiós, te animamos a que te des un último capricho en:
Back To Black Coffee
Aquí se prepara un maravilloso café hecho en una máquina Kees Van der Western Spirit, además de deliciosos pasteles caseros. Todo esto, en un entorno realmente acogedor que hará que te sientas como en casa, nórdica, pero casa.
